A-CO-JO-NA-DA.

Así estoy, que ando  con el alma en vilo desde que se nos ocurrió la genial idea de ir a registrarnos en el médico.

Que vamos, y van y me dan el bote pa el pis. Que no tengo yo ningún problema pa darle al doctor Freeman un poco de mi pis, ninguno, pero…..

¡¡¡¡¡ ¿Y SI ME QUIEREN HACER UN ANÁLISIS DE SANGRE?!!!!!!!

Que yo me mareo, ostia!!

Lo sé, sé que es inmaduro, que no tengo ya edad de tenerle miedo a esto, y que mi Joan, con sus tres añitos recién cumplidos sale como todo un tío, y yo…que me cago, escolta.

Que no le tengo aprensión a las agujas, no. No es eso.

Es que me desmayo.

Tengo que pedir que me tumben en una camilla, tras un rato de pelear con la enfermera de turno, que no pasa nada, que tranquila, que si no hago daño…y yo que no, que es que me desmayo, que en la silla no, que me desmayo y me puedo desnucar (esto no me lo invento, me lo dijeron una vez en una analítica, viendo el enfermero como me escurría por la silla abajo),que si no me tumbas me voy ahora mismo… para acabar desmayándome en la camilla, y entonces es cuando llaman a mi madre (no puedo ir sola, que es un peligro como salgo luego), y le dicen que estoy “algo indispuesta”(no es plan, con la sala llena de gente esperando ser pinchada, decir que me he desmayado), y a los 20 minutos me despierto, mareada como una cosa mala, me estoy unos 5 minutos tratando de respirar y no vomitar, luego unos 5 o 10 más sentada, náusea va náusea viene…y me voy a intentar comerme un bocadillo, blanca como la cera y haciendo eses.

Y claro, la situación no es agradable nunca, pero…imagínatela en ingles!!!!

Así que no paro de darle vueltas, y las que le daré, que hasta el día 13 de febrero no tenemos hora.

Ayyyyyy