Hay que ver lo curiosa que es la vida a veces.
En mi anterior trabajo, yo era cazalibros. Trabajaba en un distribuidor de libros, donde vendíamos libros a universidades bibliotecas y similares. Siendo las universidades sitios de conocimiento e investigación, y las bibliotecas sitios de estudio y consulta, a veces nos pedían libros raros que te cagas. Ponencias de la ONU, libros en griego publicados en 1850, tratados sobre los diferentes estados del musgo de las setas y sus varias aplicaciones…la lista es interminable. Ya ahí estaba la Raquelita, internet y teléfono en mano, rastreando editoriales, libreros de viejo, bancos de datos e incluso a veces persiguiendo a los mismos autores de los libros para conseguir un ejemplar. En el mundo laboral esto se traduce a un huevo de trabajo. Cuando llegaba por las mañanas tenía ante mí unos 25 emails cada día, diez o doce de ellos nuevos problemas y el resto contestaciones a los enviados en días anteriores. Llegaba a las 8, metía la cabeza en el ordenador y no la sacaba hasta la hora de comer, para media hora después volver al ataque con la barriga llena. A veces me hacía el café por la mañana y a las 4 ni me lo había tomado. Allí no tenía una pausa de 15 minutos cada dos horas para ir a fumar, ni falta que me hacía. No lo echaba ni de menos.
Ahora…
Ahora trabajo en la Kodak, donde espero que sea algo temporal y provocado por el hecho de que aún soy nueva, pero me paso el día, hablando en plata, tocándome los huevos a dos manos. Llego a las 8 y media, a las 10 tengo la faena acabada y hala, a esperar que den las cinco menos cuarto. En la Kodak trabajo en la división que se encarga de lidiar con las planchas para imprimir. Tratamos con periódicos, revistas, empresas de diseño gráfico, imprentas… parece ser que ando en el mismo ramo, igual para que no se me olvide que algún día tendré que escribir ese libro que mi madre y hermana llevan tanto tiempo esperando que les diga que ya he acabado. En principio me voy a hacer cargo de unos 50 clientes, a los que tengo que cuidar y ver que les lleguen bien los pedidos, resolverles las dudas y posiblemente pelearme con ellos para que nos paguen las facturas. Con esto de la crisis hay mucha empresa que no paga y también mucho espabilado que se hace el sueco… Supongo que cuando me los den para que los lleve yo el volumen de trabajo subirá, pero de momento me paso el día tomando café(descafeinado, por supuestísimo)y mi fabuloso plan de ir a fumar dos veces al día se ha quedao en eso, en un plan. Con lo de que aquí puedo bajar a fumar cuando me dé la gana y estarme el rato que quiera, me bajo tres o cuatro veces al día al fumadero inmundo de detrás de la empresa y me sé la vida y milagros de media compañía. Prometo fotos del sitio en próximos posts. El fumadero inmundo se merece un post para sí mismo.
Total, que me pasaba los días llorando porque no daba abasto y me dolía la cabeza de tanto estar pegada al ordenador, ya hora me paso la vida quejándome de que no tengo nada que hacer y rogando que venga alguien y me tire un montón de carpetas sobre la mesa a ver si me entretengo.
Lo positivo de esto es que he vuelto a escribir aquí. Posiblemente vuelva a hacerlo pronto, dado el nivel de tiempo libre del que parezco disponer últimamente.
Entretanto, quedo disponible para que me enviéis emails contándome vuestras cosas, a ver si nos entretenemos…