Drugi dzien swiat Bozego Narodzenia (Que viene a ser Navidad en Polaco)
Eso es lo que hice yo,celebrar la Drugi dzien swiat Bozego Narodzenia en Casa de unos amigos,polacos ellos como habréis imaginado.Que,por no romper la tónica de mi vida,en reñida competencia con la de Bridget Jones,aquella noche hice un ridículo apañadete.Os cuento:
Vosotr@s,que me conocéis bien,sabéis que yo soy un poco desastre en el vestir.Tejanos,botas,jerseys de cuello alto,normalmente vestida de negro….Y,por supuesto,sin una gota de maquillaje.Aparte de que no suelo peinarme.La naturaleza fue ingrata conmigo,y me “obsequió”con un pelo extremadamente liso(yo diría tieso),para cuya falta de volumen no hay remedio(tras montones de años invirtiendo tiempo y dinero en productos capilares y rulería varia,creédme,lo sé)al que no vale la pena peinar y he dejado por imposible.¿Liso?Pues liso,que remedio.¿Que me peino y no se nota?¿Que haga lo que haga irremediablemente cae hacia a bajo en horribles chuzos,demasiado similares a cebollinos?Pues no me peino,y me ahorro faena.
Pero era nochebuena,estábamos invitados fuera de casa,y yo asumí que esa noche tocaba arreglarse.
Y allí que me puse.
Elegí para la ocasión un vestido de corte japonés,cuya tela,a todas luces escasa para taparme de manera cómoda,consiste en un viso color dorado,forrado de puntilla negra.Ceñido,corto y frío para las noches inglesas de diciembre. Pero era nochebuena,había que arreglarse.
Y me pinté.Como una profesioná,me hice un juego de sombras que me llevó lo mío.Me pinté,borre,pinté y borré nosecuantas veces el eyeliner hasta que conseguí algo parecido a una línea fina en el párpado superior que,a que negarlo,me quedó un poco hinchado de tanto jaleo.Me puse pintalabios,dos capas.El colorete marca Rimmel London(comprado en London a toda prisa esa misma tarde),se encargó de proporcionar a mi piel el tono natural y saludable del que normalmente carece,haciéndo desaparecer por completo toda tonalidad verduzca habitual en mí sufrida dermis.
Y nos fuimos a cal Jeremas.
De camino ya empecé a arrepentirme. Me sentía demasiado disfrazada. Y me dio por pensar si no iba demasiado puesta. Pero era nochebuena,que coño!!!
Y al llegar a casa del Jeremas, nos abre la puerta…..
En chándal!!!!!!!!!!!
Me quería fundir allí mismo.
Pero como sabéis, el agua solo hierve y se evapora a los 100 grados,y esa noche en Londres pa mí que iba a ser difícil alcanzarlos. Aunque quien sabe,igual el calor que desprendían mi cara y orejas,de un color rojo pasión, casi bermellón,conseguiría calentarme lo suficiente para deshacerme en un discreto charquito.
Pero no. Tal fenómeno químico era imposible, y yo lo sabía.Así que hice de tripas corazón, y me preparé para subir, dispuesta a mostrar mi mejor cara de “Conmigo no va”.
Y,tal y como era de esperar, allí nadie iba arreglado. Pantalones holgados, camisetas viejas,bambas…y yo con el modelazo.
Seré hortera!!!
Y la cena de nochebuena consistía en una mesa de centro,de las de tomar café,con un sofá a un lado,un colchón hinchable al otro, platos con comida, y un surtidor con botellas,que parecía ser el rey de la noche.
¡¡¡¡¡¡¡¡¿Cómo puñetas se sienta una en colchón hinchable con un vestido minimalista,sin enseñar hasta las anginas al tipo de enfrente?!!!!!!!!
Y poco más. La noche fue bien,aquella gente fue discreta con la rubia fashion,me trataron bien,la comida estaba buena, y al final lo pasamos bien.
¿Lo del vestido?Lo arreglé con alguna que otra postura de yoga,que creo que desde esa noche ya lo domino.
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